SOBRE EL BUDISMO ZEN
El Zen es el descubrimiento en el ser de cada uno, de la parte original, soporte de toda actividad, “antes” de cualquier representación mental. Los maestros Zen chinos hablaban del “vacío de mente”, traducción de wu sin, es decir, lo que aparece cuando la mente no queda atrapada en alguna actividad. La “vacuidad” o el “vacío” son expresiones que encontramos en todas las tradiciones místicas de la humanidad.
El Budismo Zen es una secta de la rama Mahayana del budismo que se generó a partir de la transmisión y de las interpretaciones de las enseñanzas de Shakyamuni Buda, el Buda histórico. Se refiere a una aprehensión de estas enseñanzas por la mente, a unos criterios. Luego puede ser considerado como un método para realizar lo que realizó Shakyamuni Buda. Obviamente no puede ser confundido con la realización misma del «vacío de mente». Así que Zen y Budismo Zen no son lo mismo.
El Zen no tiene dogma ni teoría y se puede practicar y realizar a partir de contenidos diferentes de la mente, ya sea uno budista, teísta, ateo o sin tener ninguna posición particular. Un maestro Zen chino dijo que “las enseñanzas de Buda son como miles de cadenas y que es mejor no enredarse con eso”, otro, que “si Buda viene, mátalo”. Es similar a las palabras del maestro Eckhart en la tradición mística cristiana cuando decía que tenemos que librarnos de Dios. En “la realidad tal como es” las producciones mentales no son lo esencial.
En la Fundación para vivir el Zen no se pide ni ser budista ni no ser budista, ni adoptar una creencia ni dejar una. El proceso de cada uno se centra en la práctica vivida de zazen (meditación Zen) y se apoya sobre su experiencia de vida.